Hoy os voy a hablar, no de
películas, sino de alguien que ha merecido estar en esta entrada. Es mi mascota
llamada Freddy que es un periquito; durante 4 o 5 años que he tenido estos
animales he ido aprendiendo su comportamiento y otros aspectos como los
sentimientos, que aunque popularmente se dice que los animales no tienen
sentimientos es mentira ya que tienen miedo o amor (estímulos de la
reproducción). Freddy lo compré pocos días de morir el primer macho en verano
(siempre he un tenido macho y una hembra) lo escogí porque era uno de los más
activos, símbolo de buena salud, y joven. Era muy agitado, con energía y
cantaba mucho. Cuando se murió la hembra compré a Juana, que era otra
periquita. Los dos se llevaban bien y poco se peleaban, muchas veces Freddy era
amoroso con ella y se rascaban el cuello (acto común entre los periquitos que
son pareja) o ‘besos’ con los picos y Fredy siempre era activo o coloquialmente
‘pesado’. Pasó el tiempo y Freddy es un adulto, pero canta mucho aunque los
adultos son más tranquilos y Freddy no es una excepción pero casi. El 16/2/2012
murió Juana y aunque de normal los periquitos no estén indiferentes a Freddy
poco le influyó por que es un ave y aunque tengan sentimientos básicos no están
muy desarrollados. Freddy ha sido ruidoso, activo, amoroso y goloso, no le gusta que le duche (pulverezarle agua con un pulverizador) y le gusta la música clásica , su canción es Cncerto grosso pour mandoline et basse continue en ut majeur op. 425, allegro de Antonio Vivaldi y para mí
ha sido especial. Ahora vive solo y hay que prestarle atención ya que los
periquitos son sociales y si uno está solo y no le prestan atención se puede
morir de ansia o depresión.
Freddy tomado el 1/3/2012 |
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