Introducción: la película que voy a comentar
trata de El orfanato, película de
terror española. Destaca el argumento, el final y la interpretación de la
protagonista: Belén Rueda que fue nominada el Goya de mejor actriz.
Ficha técnica:
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Juan
Antonio Bayona dirige esta película en 2007.
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Genero:
terror.
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Dura
100 minutos.
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En
la XXII edición de los Premios Goya: 14
nominaciones (incluidas las tres más importantes: película, actor y actriz)
donde gana 7 estatuillas: director, guión original, dirección artística,
producción, maquillaje, sonido y efectos especiales.
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Productora:
Rodar & Rodar, Warner Bros, con la colaboración de Telecinco.
Argumento:
En un pueblo de Asturias, Laura, que de niña fue huérfana,
compra un antiguo orfanato al que había pertenecido. Vive con su marido y su
hijo adoptado Simón, portador del VIH. Simón
tiene amigos imaginarios, pero sus padres no le dan mucha importancia y le
siguen la corriente. Simón habla con niños imaginarios donde son seis. Una mañana
llega una asistente social llamada Benigna Escobedo que Laura la echa al rato;
esa misma noche la encuentra fisgoneando en el cobertizo. Simón y Laura juegan
a un juego de los niños imaginarios en que han escondido un tesoro y tienen que
seguir las pistas, Simón descubre los papeles de la adopción y los dos
discuten.
En la fiesta de inauguración Simón quiere ir con Laura a
la casa de Tomas, uno de los niños imaginarios, pero ella se niega. Después Laura
se encuentra con Tomás, característico en los dibujos por llevar un saco en la
cabeza. Laura queda atrapada en el baño y al salir busca a Tomás, pero no lo
encuentra; había sido perdido. Esa misma noche Laura oye ruidos inexplicables.
Pasaron seis meses y Laura tiene fe en que Tomás esté vivo
(aunque necesita medicinas). Laura y su marido ven en la ciudad a Benigna
paseando un cochecito de bebé. Laura la llama, pero es atropellada por un
camión, muriendo al instante. Laura consigue coger el cochecito pero descubre
que en su interior sólo hay una muñeca con un saco parecido al de Tomás, puesto
en la cabeza. La policía revisa la casa de Benigna y descubre que ella trabajó
en el orfanato y tenía un hijo llamado Tomás. Él llevó un saco en su cabeza
debido a su deformidad y fue apartado de los demás niños. Tomás fue
accidentalmente asesinado por los niños del orfanato que le robaron la máscara
cerca de una cueva en la playa. El niño, avergonzado, se ocultó en la cueva
donde murió ahogado al subir la marea. Laura ya desesperada contrata a una médium
para ayudarle a encontrar pistas. En la noche la médium hace que vea a los
niños fantasmas envenenados pero no a
Simón. Laura investigando encuentra en el cobertizo sacos de yeso con huesos de
niños. Resultó que Benigna, en el pasado envenenó a los niños en venganza por
la muerte de Tomás. La médium le dice dos frases muy importantes: ‘usted oye pero no escucha’ y ‘usted tiene que creer y luego verá’.
Incapaz de enfrentarse a la situación, Carlos abandona el
orfanato y Laura le pide que le dé dos días de plazo para encontrar a Simón.
Ella recrea la disposición original del orfanato e intenta ponerse en contacto
con los fantasmas de los niños. Pronto comienza a verlos a su alrededor y ella
inicia un juego de pilpil, al que solía jugar cuando se crió en el orfanato.
Los fantasmas la conducen a una puerta oculta dentro de un armario bajo la
escalera ("la casita de Tomás", a la cual Simón se refirió justo
antes de su desaparición). Esta puerta conduce a un espacio del sótano. En el
que ve a Simón vivo y lo abraza en una manta. Cuando consigue que los fantasmas
de los niños desaparezcan, Laura encuentra que la manta donde había estado
abrazando a Simón está vacía y a su espalda se encuentra el cadáver de su hijo,
que lleva la máscara de Tomás.
Descubre, al fin, que había sido ella la que, sin querer,
había causado la muerte de Simón, bloqueando en su búsqueda la puerta del
sótano, atrapándolo dentro, y recuerda los ruidos inexplicables que había
escuchado aquella misma noche eran los de Simón tratando de salir y cayendo por
las escaleras. Laura, en estado de shock, lleva el cuerpo Simón arriba y traga
varios puñados de pastillas de Alprazolam, pidiendo estar con Simón otra
vez, como premio por haber terminado el juego del tesoro. El deseo devuelve la
vida a Simón en los brazos de Laura, y él desea, a su vez, que se quede con
todos los niños del orfanato para que los cuide, y ella acepta; Laura está con
los niños pero está muerta y por eso los ve.
Una segunda mirada
en el cine:
Destaca la gran interpretación de Belén Rueda, ese
sentimiento de convicción, de enfado en algunas escenas. El final es cerrado y
es muy emotivo porque no se esperaba y que en parte es feliz pero dramático al
mismo tiempo.