lunes, 26 de marzo de 2012

Buenas sensaciones.


Hoy voy a hablar de una de mis experiencias recientes que me han complacido mucho: la visita a la Romareda para ver el partido Real Zaragoza vs Atlético de Madrid.

Se destaca ese gran sentimiento por el equipo donde hay tres aspectos notables: amistad entre la afición, defensa y ánimos al equipo y menosprecio a los rivales. En la amistad entre la afición porque los de mi alrededor congeniábamos bien, cuando marcó el Zaragoza todos botando abrazándonos y chocando la mano donde todo eso transmitía un buen ambiente. En ánimos al equipo porque los ultras de arriba (estaba en el fondo Norte, entre la portería y el banderín de córner, y fila 2) cantaban y nosotros cantábamos lo mismo (yo me quedé un poco afónico de tanto gritar). En enemistad al enemigo está muy clara, aunque vinieron muchos forofos del Atlético.

Durante el partido la Romareda esta prácticamente llena, para nuestro equipo tuvimos dos o tres ocasiones y los del Atlético pocas (sobre todo los dos palos suyos). En el ocaso del partido el Zaragoza tuvo pocas ocasiones y cuando cantábamos encerrábamos ese pesimismo del gol. Ocurrió algo increíble: a falta de un minuto del final el colegiado pitó penalti a favor, aunque estaba en mi portería no lo vi y todos lo recriminamos; cuando lo concedió todos saltamos de alegría. Cuando lo iba a tirar Apoño, todos estábamos de pie y me tuve que estar de pie y subirme a la silla; lo marcó y lo celebramos con euforia como el pitido final.

Es una gran sensación estar allí, que para mí no estoy acostumbrado, la última vez fue cuando el Zaragoza estaba en segunda, la última vez, jugaba contra el Tenerife y me tocó los ultras del fondo Sur y era cansado porque había que estar de pie, cantar y aplaudir al son de grupo.
El resultado final: Real Zaragoza 1 - Atlético de Madrid 0.
Fotos desde mi localidad:




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