lunes, 27 de febrero de 2012

Terror español.


Introducción: la película que voy a comentar trata de El orfanato, película de terror española. Destaca el argumento, el final y la interpretación de la protagonista: Belén Rueda que fue nominada el Goya de mejor actriz.

Ficha técnica:
·        Juan Antonio Bayona dirige esta película en 2007.
·        Genero: terror.
·        Dura 100 minutos.
·        En la XXII edición de los Premios Goya: 14 nominaciones (incluidas las tres más importantes: película, actor y actriz) donde gana 7 estatuillas: director, guión original, dirección artística, producción, maquillaje, sonido y efectos especiales.
·        Productora: Rodar & Rodar, Warner Bros, con la colaboración de Telecinco.

Argumento:
En un pueblo de Asturias, Laura, que de niña fue huérfana, compra un antiguo orfanato al que había pertenecido. Vive con su marido y su hijo adoptado Simón, portador del VIH.  Simón tiene amigos imaginarios, pero sus padres no le dan mucha importancia y le siguen la corriente. Simón habla con niños imaginarios donde son seis. Una mañana llega una asistente social llamada Benigna Escobedo que Laura la echa al rato; esa misma noche la encuentra fisgoneando en el cobertizo. Simón y Laura juegan a un juego de los niños imaginarios en que han escondido un tesoro y tienen que seguir las pistas, Simón descubre los papeles de la adopción y los dos discuten.
En la fiesta de inauguración Simón quiere ir con Laura a la casa de Tomas, uno de los niños imaginarios, pero ella se niega. Después Laura se encuentra con Tomás, característico en los dibujos por llevar un saco en la cabeza. Laura queda atrapada en el baño y al salir busca a Tomás, pero no lo encuentra; había sido perdido. Esa misma noche Laura oye ruidos inexplicables.
Pasaron seis meses y Laura tiene fe en que Tomás esté vivo (aunque necesita medicinas). Laura y su marido ven en la ciudad a Benigna paseando un cochecito de bebé. Laura la llama, pero es atropellada por un camión, muriendo al instante. Laura consigue coger el cochecito pero descubre que en su interior sólo hay una muñeca con un saco parecido al de Tomás, puesto en la cabeza. La policía revisa la casa de Benigna y descubre que ella trabajó en el orfanato y tenía un hijo llamado Tomás. Él llevó un saco en su cabeza debido a su deformidad y fue apartado de los demás niños. Tomás fue accidentalmente asesinado por los niños del orfanato que le robaron la máscara cerca de una cueva en la playa. El niño, avergonzado, se ocultó en la cueva donde murió ahogado al subir la marea. Laura ya desesperada contrata a una médium para ayudarle a encontrar pistas. En la noche la médium hace que vea a los niños fantasmas  envenenados pero no a Simón. Laura investigando encuentra en el cobertizo sacos de yeso con huesos de niños. Resultó que Benigna, en el pasado envenenó a los niños en venganza por la muerte de Tomás. La médium le dice dos frases muy importantes: ‘usted oye pero no escucha’ y ‘usted tiene que creer y luego verá’.
Incapaz de enfrentarse a la situación, Carlos abandona el orfanato y Laura le pide que le dé dos días de plazo para encontrar a Simón. Ella recrea la disposición original del orfanato e intenta ponerse en contacto con los fantasmas de los niños. Pronto comienza a verlos a su alrededor y ella inicia un juego de pilpil, al que solía jugar cuando se crió en el orfanato. Los fantasmas la conducen a una puerta oculta dentro de un armario bajo la escalera ("la casita de Tomás", a la cual Simón se refirió justo antes de su desaparición). Esta puerta conduce a un espacio del sótano. En el que ve a Simón vivo y lo abraza en una manta. Cuando consigue que los fantasmas de los niños desaparezcan, Laura encuentra que la manta donde había estado abrazando a Simón está vacía y a su espalda se encuentra el cadáver de su hijo, que lleva la máscara de Tomás.
Descubre, al fin, que había sido ella la que, sin querer, había causado la muerte de Simón, bloqueando en su búsqueda la puerta del sótano, atrapándolo dentro, y recuerda los ruidos inexplicables que había escuchado aquella misma noche eran los de Simón tratando de salir y cayendo por las escaleras. Laura, en estado de shock, lleva el cuerpo Simón arriba y traga varios puñados de pastillas de Alprazolam, pidiendo estar con Simón otra vez, como premio por haber terminado el juego del tesoro. El deseo devuelve la vida a Simón en los brazos de Laura, y él desea, a su vez, que se quede con todos los niños del orfanato para que los cuide, y ella acepta; Laura está con los niños pero está muerta y por eso los ve.

Una segunda mirada en el cine:
Destaca la gran interpretación de Belén Rueda, ese sentimiento de convicción, de enfado en algunas escenas. El final es cerrado y es muy emotivo porque no se esperaba y que en parte es feliz pero dramático al mismo tiempo.




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